En el corazón de Chacarita, en una casa centenaria que respira historia y tradición, se encuentra Abreboca, una “neo-pulpería” que reinterpreta la cocina criolla desde una mirada contemporánea. Este restaurante, que combina técnicas modernas con sabores autóctonos y una propuesta estética muy cuidada, ofrece algo que lo distingue especialmente: los almuerzos de domingo en su encantador patio andaluz.
¿Cuándo visitar Abreboca?
Aunque Abreboca abre de miércoles a sábados de 20 a 00 h, los domingos de 12 a 16 h son un capítulo aparte. Ese es el único momento en el que se puede vivir la experiencia de un almuerzo al sol en su patio andaluz, un espacio lleno de detalles históricos y estéticos que remiten tanto a nuestras raíces como a las influencias mediterráneas.
Un patio lleno de historia
El patio del restaurante conserva azulejos con frases del Martín Fierro, una fuente, una parra que da sombra a las mesas y un mural realizado por Fábria Cattaneo, el mismo artista que intervino el subte de Buenos Aires. La pared floral que lo acompaña inspiró la paleta de colores del local. Debajo de la escalera, un pequeño sector vidriado muestra la cava de embutidos que le da identidad al lugar: una charcutería artesanal hecha en casa, algo que pocos restaurantes de Buenos Aires ofrecen.
Una cocina con raíz e innovación
La carta de Abreboca combina raciones frías y calientes, platos principales y postres, muchos de ellos elaborados con técnicas tradicionales como encurtidos, escabeches y curados, pero con un enfoque moderno. Entre las entradas probamos:
- Repollitos de Bruselas con vinagreta de miel y almendras tostadas: con un punto de cocción sorprendente y un toque cítrico para realzar los sabores.
- Brócoli y coliflor con alioli de ajo negro: visualmente vibrantes por su variedad de colores y texturas. Con sabor profundo a leña.
- Boniatos a la parrilla con gremolata de almendras: un plato imperdible por su textura y equilibrio.
Para los principales, elegimos:
- Hongos marinados del norte con kale y membrillos: Realmente sorprendente, creo que es uno de los mejores platos veganos que probé alguna vez. Primero por que esta realizado con comida real y además, increiblemente los hongos parecian ser mollejas. Además la presencia de los membrillos en bruniose daba un contraste muy interesante.
- Pastel de boniato con ossobuco cocido lentamente: una combinación inolvidable. El hueso del ossobuco sobresale del pastel y sorprende a la vista, mientras que el puré especiado, el queso y el caramelo crocante sellan una experiencia potente.
El postre no se quedó atrás:
- Sambayón con garrapiñada de almendras, lo elegí porque no es un postre que se consiga en cualquier sitio y porque además es un postre que me recuerda a mi abuelo. Y si, una sola cucharada bastó para sentir por un ratito que volvi a la casa de mi zeide un domingo al mediodia.
- Papayas confitadas con anís (Venian con queso pero lo pedimos en versión vegana): Una confitura de textura muy agradable y turgente, pero tal vez con un sabor a anis bastante presente si no es de tu agrado.
¿Hay opciones veganas?
Sí, aunque la carta no es 100% vegana, el equipo del restaurante fue súper predispuesto a adaptar algunos platos para mi amiga Laura, que sigue una alimentación vegana. Esto hizo que la experiencia fuera mucho más inclusiva y cálida.
¿Qué es una neo-pulpería?
Abreboca se define como una “neo-pulpería”, recuperando el espíritu de esos almacenes rurales donde se vendía, se comía y se conversaba, pero llevándolo al siglo XXI. La propuesta combina técnicas de conservación de alimentos como la charcutería y el escabeche, con una ambientación que mezcla lo campestre y lo urbano. Todo esto acompañado de una selección cuidada de vinos y una atención que equilibra calidez y profesionalismo.
Información útil
- 📍 Dirección: Fraga 541, Chacarita – CABA
- 📆 Horarios: Miércoles a sábados de 20 a 00 h / Domingos de 12 a 16 h
- 📲 Reservas: 11 3154-3707
- 📸 Instagram: @abreboca.ba
- Cubierto promedio 50k a 80k
¿Vale la pena ir a Abreboca?
Absolutamente. La combinación de una propuesta gastronómica sólida, una atención cercana, un entorno lleno de historia y el privilegio de almorzar al sol en el patio andaluz hacen de Abreboca un lugar al que querrás volver. Ideal para descubrir la cocina argentina desde otra perspectiva, reconectarte con las raíces y vivir una experiencia sensorial y cultural distinta en Buenos Aires.
