HUNDRED “La mejor hamburguesa del mundo 2025”
Hace poco me enteré de que una hamburguesería en Madrid fue elegida por algunos rankings como el lugar donde se sirve la mejor hamburguesa del mundo en 2025. Se llama Hundred, y yo fui a Alcobendas, un barrio que, si bien no es céntrico, se volvió destino foodie por este local. Obviamente, tenía que ir a probarla. La curiosidad me podía. Pero la experiencia terminó siendo bastante decepcionante.

El lugar: promesa neoyorquina en un patio de comidas
Desde afuera, Hundred, impresiona. Tiene esa estética neoyorquina que te hace sentir que estás entrando a un diner moderno en Brooklyn. Todo muy cuidado, muy de foto. Hasta ahí, todo bien.

Pero cuando llegás, descubrís que todo es al aire libre. No hay interior, no hay un salón cerrado. Si llueve, te mojás. Si hace calor, te derretís. Y si hace frío, andá bien abrigado porque te vas a congelar. Aún así, la gente va igual. El espacio está armado como un patio de comidas: hay mesas compartidas al aire libre, y un detalle que sí me pareció simpático es que tienen una mesa de ping pong afuera. O sea, la idea de crear un espacio social está, pero la comodidad no siempre acompaña.

¿Cómo se pide acá?
El sistema para pedir es innecesariamente complicado. Hay un cartel que dice que tenés que hacer el pedido online y luego retirarlo en caja. Pero la aplicación no funciona. Y el personal como está detrás de una ventana despachando pedidos, tampoco pudo ayudarnos. Nos costó bastante entender cómo y qué pedir. Y cuando por fin logramos elegir dos hamburguesas —la Johnny Drama y la Satisfaction—, ya estábamos un poco frustrados.

Packaging hermoso… pero sin sentido
Algo que me gustó fue el diseño del packaging. Las hamburguesas y papas vienen en unas cajas lindas, con una estética pensada, todo muy prolijo. Pero eso sí: todo es para llevar, incluso si comés en el local. Te dan una bolsa gigante de papel con todo envuelto como si te lo fueras a comer en tu casa. Y eso, además de generar residuos innecesarios, le quita experiencia a comer en el lugar. ¿Tanto show para terminar comiendo en papel? Eso si, algo que me encantó, es que el kit viene con una toallita humeda para limpiarte las manos antes y despues. Clave para el clasico enchastre que haces con una hamburguesa.



La hamburguesa: ¿dónde está el sabor?
Pasemos a lo importante: la comida. Yo pedí la Johnny Drama, que traía pepinillos. La otra fue la Satisfaction, con panceta. Las pedimos bien cocidas, porque sí, somos argentinos y nos cuesta la idea de la carne poco hecha sobre todo en una hamburguesa.
La hamburguesa no me pareció nada del otro mundo. El pan era tipo brioche, pero sin ese sabor dulzón que lo hace especial. La carne, aunque supuestamente era madurada (Dry Age), se desarmaba y no tenía gusto a nada. En serio, era como morder un corchopán/telgopor gourmet. Y eso que yo iba con toda la intención de que me sorprenda. ¿Será que estoy mal acostumbrada a la carne argentina?

La Johnny Drama tenía pepinillos frescos, no encurtidos, algo que para mí no suma en una hamburguesa. La combinación de sabores no funcionaba. Y la Satisfaction tenía panceta sobrecocida, seca, sin gracia. Lo único que realmente me gustó fueron las papas fritas, que por 1,75€ más venían en combo y estaban crocantes, sabrosas y muy bien hechas.
¿Entonces?
Aclaro algo importante: no pedimos la hamburguesa que ganó el premio, que al parecer es una muy simple, con pan, mayo, bacon, doble carne y queso. Tal vez ahí estaba el secreto. Pero si un lugar es “el mejor del mundo”, uno esperaría que todo esté a la altura, no solo una opción.
Además, el local está en un polígono industrial, no hay mucho más en los alrededores. O sea, si vas hasta allá, es solo para comer esa hamburguesa. Y si no está buena… bueno, te volvés con las manos vacías.
En resumen
No me gusta caer en el hate gratuito, pero no entendí la fama. Hundred tiene un buen marketing, una estética cuidada y muchas ganas de parecer algo grande. Pero para mí, le falta lo más importante: sabor, coherencia y una experiencia que fluya.
Si la vas a visitar, bajá las expectativas. Tal vez la hamburguesa ganadora te encante. Pero si sos como yo y buscás que todo el combo tenga sentido —desde el servicio hasta la carne—, puede que salgas con el mismo chasco que yo.