¿Alguna vez fuiste a un lugar que se vuelve viral de un día para el otro?
Eso fue justo lo que pasó con Swiss Butter, que acaba de aterrizar en Madrid con el primer local de esta cadena en Europa —y estaba tan viral que no me podía quedar sin ir a descubrir de qué se trataba.
Swiss Butter nació en Londres y más tarde se expandió a Dubái antes de dar el paso hacia Madrid. Así que estamos frente a un lugar que ya tiene una fórmula más que testeada en otras ciudades.

🍴 Un único plato, un sinfín de posibilidades
Lo que hace especial a Swiss Butter es que tiene un único plato, pero lo podés personalizar eligiendo la proteína que más te guste:
✅ Entrecot
✅ Solomillo de ternera
✅ Pollo
✅ Salmón
El plato llega acompañado de patatas fritas o patatas al horno, una ensalada verde, pan… y, por supuesto, la salsa que le da nombre: la salsa Swiss Butter.
Esta salsa tiene una base de mantequilla, más de 33 hierbas y un giro de mostaza que, si bien es muy rica, puede resultar un poco ácida o intenso si no te gusta dicho ingrediente.
En lo personal, me pareció que va muy bien con el pollo o el salmón, pero que opaca el sabor de la ternera.
Algo que me pareció un paso atrás fue que el lugar no tiene ninguna opción vegetariana. Me pregunto: ¿por qué no ofrecer, por ejemplo, gírgolas asadas o un portobello? 🍄 (¡José Swiss Butter, ahí te dejo la idea!)


🍽 Un plateado muy inteligente
Lo que más me gustó fue que el plato estaba muy bien pensado.
Viene con suficiente pan para que puedas dejar el recipiente completamente limpio, sin dejar una gota de salsa —porque así fue concebido: que vivieras una experiencia culinaria sin desperdiciar nada—.
Además, si así lo deseas, podés espolvorear el platillo con hojuelas de chile para darle un toque picante, aumentando así el carácter de cada bocado.
🍨 Un postre para compartir
En el capítulo aparte del postre, pedimos el Pain Perdu: una torrija tibia con helado de crema, que estaba simplemente épica.
Generosa, grande —casi para compartir entre 3 sin problema—, fue el final más goloso de la noche. Si lo quiero comparar con algo conocido, es como comer budín de pan con helado, no puede fallar.

🍽 Costo, lugar y servicio
El costo medio por persona, con bebida y postre, fue de 30 €.
Algo que no me gustó fue el salón: el mobiliario es incómodo, el lugar resulta muy ruidoso y eso hace que cueste conversar a gusto.
Lo que sí destaco fue que el servicio fue muy atento, rápido y bien organizado. Los platos salieron sin demoras, a pesar de tener el lugar lleno.


🍽 Conclusión
Swiss Butter tiene una fórmula muy inteligente: un producto simple pero muy bien ejecutado.
Pero eso no significa que sea para todos: si no te atrae el sabor de la mostaza o si buscas algo más tranquilo o sin ruido, puede que encuentres mejores alternativas en Madrid.
Pero si estás dispuesto a dejarte llevar por el fenómeno viral, sin duda vale la pena ir a probar esta salsa tan particular.